9 motivos por los que la Destilerí­a es el mejor bar del mundo

 

Si el Milodón afirmase sin más que hay un bar en su ciudad natal que es el mejor del mundo, alguien podría decir que eso es como el mito de la madre-mejor-cocinera-del-universo. Cada uno de nosotros pensamos que nuestra señora progenitora es la que hace la tortilla de patatas más rica, aunque en el fondo de nuestro corazón sepamos que en piso de arriba hay otro hijo defendiendo exactamente lo mismo de las dotes culinarias de sus familiares. Sin embargo, lo de la superioridad universal de La Desti es un hecho objetivo que queda demostrado a través de los siguientes nueve argumentos:

1. Es un bar descendiente directo de El Quijote

Aunque quien esto firma no es nada sospechoso de dejarse impresionar por el rancio abolengo, hay que admitir que el hecho de que este local sea hijo de una sala de conciertos como El Quijote, es una garantía de confianza. Responsable de que varias generaciones de bercianos sepan quiénes son los Sonics, Jackie Wilson, Martha Reeves y las Vandellas o los Hellacopters, El Quijote era el Marquee berciano. La Desti nunca ha pretendido ser una continuación de aquel local, que cerró en el año 2000, pero tampoco ha negado su herencia, y eso, los que aprendimos entre sus cuatro paredes que la música es un pasatiempo tan legítimo como el deporte, lo agradecemos cada vez que atravesamos sus puertas y vemos ese mosaico de fotos de grupos que tocaron en aquel sótano de Cuatrovientos (de Los Flechazos a los Queers).

2. Sus propietarios saben de atención al cliente

Hay un método infalible para saber si uno está en un bar como dios manda: en hora punta cuando el local esté abarrotado y en un momento de máxima presión para el personal tras la barra, ordene una caña, como si no fuese consciente de que hay diez órdenes pendientes antes de la suya. Si el barman no esboza ni medio gesto mohíno y le hace entender con la mirada que ha registrado su demanda, está usted en el lugar adecuado. Atentos, que no pesados, prudentes, que no bordes, generosos, que no manirrotos. Ritchi y Dani (y las chicas que forman parte de su tripulación)  manejan a la perfección el difícil arte de atender a gente que quiere beber.

3. Son hoolligans de la Ponferradina (y aman el Bierzo)

Apelar a pulsiones patrióticas es una cosa muy rancia y animar al equipo de fútbol local podría parecer una excusa mercantilista para atraer a una clientela forofa. Pero el caso es que en la Desti las banderas blanquiazules quedan muy bien y solo hay que asomar un poco la cabeza desde su puerta hacia el fondo de la calle para ver el Valle del Silencio en todo su esplendor.

 

4. Ritchi es colega de Paul Weller

Locutor en el programa decano de Radio Cima, Carlos Terciopelo Azul, AKA Ritchie Valens es  colega del Modfather, como demuestra, de manera irrefutable, una foto que hay colgada en el bar. Buscadla.

5. De pincho, entre otras muchas cosas, ponen unos pepinillos y cebolletas que son insuperables

Ni muy ácidos, ni muy picantes. Ni demasiado grandes (que empachan), ni demasiado pequeños (que dejan con las ganas).  Los traen en latas gigantes de La Bañeza y son el motivo por el que el Milodón llega salivando a la Calle Obispo Osmundo cada vez que viene a pasar unos días a la capital de El Bierzo.


6. Les gusta la navidad (y en estas fechas exponen una colección de adornos que da gloria verla)

Mark ‘Eels’ Everett, alias Mr. E, dijo eso de “Enséñame a un niño que no le gusten los Beatles y te mostraré a una mala persona”. El Milodón se atrevería a extrapolar esta afirmación a la gente a la que no le gusta la Navidad, si no fuese porque algunos de sus mejores amigos detestan estas fechas. En La Desti son más fans de Roy Orbison y de Buddy Holly que de los Fab Four , pero les encanta celebrar la Natividad del Señor y como  viajan más que el Tío Matt, de los lugares que visitan se traen adornos navideños que pasan a engrosar una curiosa vitrina donde se puede dar la vuelta al mundo en unos cuantos objetos. Id a verlos.

7. Tienen un merchandising que está fenomenal (y saben hacer promociones)

Desde la clásica happy hour hasta un innovador carrito para la cata de gin tonics, pasando por camisetas con una versión ponferradina del mítico I o degustaciones gastronómicas/enológicas: en la Desti hacen lo que sea necesario para que la parroquia no se aburra. Y lo consiguen.


8. Una vez, dejaron pinchar discos a quien esto firma.

Y para cerrar la sesión, al plantígrado antediluviano no se le ocurrió otra cosa que poner, de cabo a rabo, Jessica, de losAllman Brothers (casi siete minutos de infumables punteos country). Los dueños del local no solo no le tiraron botellas de cristal a la cara, sino que le dieron las gracias. ¿Son o no son buenas personas?

 

9. Sirven Paulaner

Que es la cerveza favorita de la madre del Milodón. Ella, que es la mejor cocinera del universo, por supuesto también opina que La Destilería es el mejor bar del mundo. Y eso habla de otra característica estupenda de la Desti: es un bar que abre sus brazos a todos los públicos. Visítenlo mucho en 2013!